12 de julio 2007, Anchorage, Alaska
Canada... tenìamos muchas ganas de descubrir otra imagen de continente norteamericano, suficientemente impacientes como para acicalar a Simon mostrando asì la alegrìa de pasar a Canada y... para no tener sorpresas desagreadables a la frontera. Hablamos del limpìsimo exterior como un escaparate, no del interior desordenado. Unos cuantos coches delante nuestro estàn controladas con mucho esmero, lo que nos despierta pena para todo aduanero que tuviera la original idea de hacernos una semejante broma... La verdad es que en un espacio tan reducido con tanta gente recogemos y limpiamos lo suficiente para tener la conciencia limpia, pero no la autocaravana. Con el tiempo hemos llegado al arte de llenar cada centìmetro cubico. Como demonios podrìa alguien pretender deshacer todo para un control?! ...Las mayores alegrìas siendo finalmente las màs sencillas... nadie nos controla! Encima las distancias estàn de nuevo marcadas en kilòmetros, que alegrìa... hasta que descubrimos cuanto es el coste de la vida, dificilmente habrìamos imaginado nunca que tan pronto EEUU nos parecerìa un pais abordable en cuanto a los precios.
Vancouver, logramos no tener ninguna foto de la ciudad; seguramente una ciudad muy agradable de vivir a pesar de la primera advertencia sobre el estacionamiento en un barrio peligroso - nos costò creer esto de Canada; recibimos la primera multa totalmente injusta, un abuso...
Pasamos un dìa en el Acuario de Vancouver, los niños estàn encantados de ver una beluga, delfines, medusas... a pesar del gran nùmero de acuarios que han visto, queda un "valor seguro" para sus intereses... Ilinca està extasiada, desde el principio del viaje nos impresiona lo receptiva que es a los animales...
El Museo Antropològico de Vancouver, nuestro primer contacto con el arte indio nativo del norte, admiramos los totem, rituales, mascaras, encima caemos por casualidad en el Aboriginal Day, el dìa national de los nativos. De "regalo" asistimos a una manifestaciòn muy rara de bailes, las màscaras cobran otra dimensiòn e significado...Matei y Vlad estàn impresionados, Ilinca en extasis, desgraciadamente no se permiten tomar fotos, asì que el espectaculo queda entre nosotros. El dìa siguiente embarcamos con Simon en nuestro primer ferry, hacìa la Isla de Vancouver.
La Isla Vancouver es una especie de paraiso climatico para Canada, la corriente càlida del Oceano Pacifico reducen mucho la diferencia entre el verano y el invierno - aunque para el verano nos gustarìa que se reduzcan un poco menos... La primera noche la pasamos en Victoria, la màs importante ciudad de la isla, en una zona aparentemente tranquila, no tardamos mucho en averiguar que en realidad aparacamos delante de una discoteca! Desde algùn tiempo Vlad pregunta amenudo antes de dormirse "Hay ladrones aquì? Y serpientes de cascabel?" Le tranquilizamos enseguida, por supuesto... Por la mañana, con ojeras, visitamos la ciudad, el centro historico es muy bonito, los precios y el turismo masivo - son un poco menos... Hacemos provisiones de comida, los precios se vuelven cada vez menos abordables.
Duncan, "la capital" de los totem de la isla. Uno de los parques reune obras interesantes, el resto de los totem estàn totalmente demistificados por estar o delante de un MacDonald, tiendas de souvenirs, o delante de un banco.
Ucluelet, un pequeño puerto encantador en la costa oesta de la isla, pasaremos allì dos noches y cederemos a la tentaciòn de coger un barco para ver las ballenas a pesar del precio que nos parece demasiado...encima, a pesar del precio, tenemos que firmar todos un documento que desresponsabiliza la empresa en cado de accidente...Y si hay accidente tenemos que costearnos la salvaciòn... Embarcamos sin embargo, esperando que si hay accidente los del rescate acepten las tarjetas visa. Partimos pues despuès de escuchar cuales son las reglas de seguridad y como se utilizan los servicios ("y recuerden, no tiren en el water nada que no haya sido comido antes") Para los niños es la primera vez que suben en un barco de este tamaño, Vlad e Ilinca hacen la siesta de su vida acunados por las olas. Nosotros con Matei miramos al horizonte buscando las ballenas... pero es inùtil... sòlo las focas estàn cumpliendo con su deber. Volvemos muy contentos (respectivamente muy descansados - dos de nosotros) pero un poco frustrados. La empresa se hacìa publicidad garantizando que ibamos a ver ballenas, asì que a la vuelta se nos ofrece una segunda oportunidad (para pagarnos el rescate?!) Aprovechamos esta segunda oportunidad desde Tofino con mucho èxito, vemos una ballena nadando con su pequeño, estamos muy emocionados... Las ballenas pasan gran parte del año en la zona arctica pero migran en Mexico en el invierno para tener sus bèbès, pero tambièn existen ballenas "sedentarias". Es asì que garantizan al 95% de probabilidad que se veràn las ballenas. Tofino es un pequeño pueblo carìsimo, frutas y verduras son a precios intocables (apenas evitamos el escorbuto)... y logramos pagar 18 dolares en una lavanderìa automàtica... El entorno natural es fantàstico, los pequeños hidroaviones vuelan con un ruido terrible, pero los niños se divierten de maravilla. Pasamos 2 noches delante de un parque para niños, es pràctico...a menudo buscamos esta soluciòn para dormir. Ladrones? Serpientes de cascabel?...
Miracle Beach, lleva bien su nombre... la costa este tiene pocas playas de arena pero tiene la ventaja de estar al resguardo del viento, olas y teniendo la impresionante vista sobre el continente...Desde que llegamos, llueve todos los dìas, y la verdad es que nos habìamos acostumbrados con sòlo 3 dìas de lluvia en 5 meses en el resto de EEUU, y nos cuesta cambiar de costumbres...Nos damos prisa por llegar en el norte de la isla a Port Hardy para coger el ferry que habìamos reservados. La lluvia apenas nos permite disfrutar del encantador paisaje; y lo que es màs encantador todavìa es que Ilinca duerme, los niños miran tranquilamente una pelicula, y nosotros "nos fugamos" conduciendo y charlando tranquilamente delante; un momento de tranquilidad que saboreamos.
Paramos a ver Telegraph Cove, una pequeña comunidad de pescadores que ha guardado el encanto en el "casco" viejo (una callita), la parte nueva (otra callita) siendo destruida por inversores con la ayuda de los arquitectos y las autoridades locales... La lluvia transformò la pasarela de madera en un verdadero pasillo para patinar, pero no nos impide arrastrarnos hasta el final para admirar las focas en el puerto, y la arquitectura sencilla de madera inundada de flores. Que alegrìa! El siguiente dìa volvemos a empezar, intentamos hasta pescar, como amigos de la naturaleza, desde que estamos aquì no hemos pescado ni siquiera un pececito...pero los chicos no pierden esperanza...

El Museo de las ballenas en Telegraph Cove es una casa construida sobre el mar; a travès del parquèt se vè el agua. El ruido de las olas es parte involuntaria de la escenografìa del lugar (un viejo taller); es un lugar tranquilo, bonito con gente generosa en informaciones, aprendemos todos mucho sobre la vida marina.
La noche la pasamos en el pequeño puerto McNeil, no por ser este excesivamente enantador sino para coger un pequeño ferry que nos llevarà en Alert Bay, una islita famosa por haber conservado la cultura nativa. Las patinetas son los elementos clave en caso de hacer un paseo, Simòn se queda descansando en Port McNeil. Nos negamos a leer las informaciones escritas con letra pequeña sobre los billetes, de todos modos los niños llevan los cascos durante todo el viaje!

A la izquierda arriba, un cementerio "nativo", los totem instalados al entierro y que se estropean con el tiempo, no se arreglan - es asì la regla! El resto de las imàgenes muestran los totem de delante del museo de arte de la "primera naciòn" (first nation people)
Arquitectura traditional india - volumenes sencillos, basicos pintados con simbolos locales. Arriba a la izquierda, el volumen principal del museo, de hecho es el màs bonito. Abajo- la "Casa Grande". Vemos también el mayor totem del mundo, màs de 30m de altura.

Nos sorprende la relaciòn nativos-canadienses (el mismo sentimiento que en USA de hecho); su comuniòn con la naturaleza, la cultura, idioma, bailes y rituales les han sido negados hasta llegar al punto de desaparecer. Salieron adelante solamente los grupos màs numerosos. La realidad de hoy dìa son màs bien los problemas de drogas (delante de las escuelas se pueden ver anuncios de recompensas para denuncias de drogas), alcohol (en la mayorìa de las comunidades indias el alcohol està simplemente prohibido). En muchas comunidades indias de EEUU los casìnos son la principal manera de ganar dinero...si alguien podrìa haberselo imaginado hace unas cuantas generaciones... Por suerte desde hace unos cuantos años los niños ya no estàn deportados para ser desraizados y crìados en la cultura "civilizada"; comienzan a tener derecho a estudiar y hablar en su idioma (para aquellos cuyos idiomas han sido suficientemente representados), pueden practicar sus costumbres y los artistas tienen derecho a expresarse.
Llegando a Port Hardy vemos 5 osos, las fotos desgraciadamente no salieron! Nos emocionamos, Ilinca salta de alegrìa, y los chicos les pierden el miedo; total son como unas grandes bolas de pelo que comen hierba - no pueden ser peligrosos.
Port Hardy (Isla Vancouver) - Prince Rupert (Continente). El embarque es a las 6, asì que decidimos dormir en el parking del puerto, y no somos los ùnicos, hacemos cola y pagamos 20 dolares... si, todo se paga, en el precio entra el ruido de los camiones diesel y los generadores de electricidad! Un mito de nuestro viaje desaparece: nos compramos un despertador para despertarnos temprano; finalmente nos despiertan tocando a la puerta para embarcar ...Pasamos 15 horas encantadoras sobre el "Northern Adventure" - tenemos la ocasiòn de ver orcas, delfines, ballenas, màs ballenas con los fiordos de fondo. "The Inside Pasage" a veces es tan estrecho que parece un rìo. Polìticos, inversores, arquitectos deberìan ser obligados a hacer este tipo de viaje con la esperanza de sensibilisarse a la belleza de nuestro planeta.
Tenemos suerte, el tiempo es de foto, a travès de las nubes sale el sol, asì que aprovechamos para disparar la càmara. Desembarcamos a las 23h nuestra ùnica preocupaciòn es encontrar un sitio para dormir, y ràpido. Prince Rupert no nos sorprende con su encanto; es de noche claro, pero de dìa nos damos cuenta que tenìamos razòn. Ràpido, nos vamos!

Highway 37, saliendo de Prince Rupert hacìa Alaska Highway, la primera gasolinera es a 250 km, y no siempre tienen gasoil; el primer pueblo es a 500 km, pero es tan bonito!La primera foto arriba a la izquierda es una imagen de donde pasamos la noche, al borde del lago, que maravilla! Hasta que nos encontramos con los mosquitos!...es el principio de una serie de noches monstruosas. Hacìa mucho que nos dimos cuenta que Simon no es impermeable al polvo, descubrimos que, horror, tampoco lo es a los mosquitos. Los pueblos estan tan alejados uno del otro (como las capitales europeas màs o menos) asì que tenemos que esperar para poder comprar lo que sea para deshacernos de estas bestias que no pican, desgarran!! Por la mañana los chicos estan tan picados que parecen enfermos de varicela.

Alaska Highway, una carretera mìtica, no se imaginen una autopista alemana - un carril para cada sentido es suficiente, y de vez en cuando pasa algun coche (normalmente un camper). Hace tiempo habrìa sido un camino imposible de hacer, ahora un par de amortisores y unos buenos pulmones son suficientes para atravesarla. Tambièn harìan falta unos 10 pares de ojos para saborear los paisajes. El tràfico es casi inexistente, es un misterio como llega a haber tanta gente en verano en Alaska... Nos olvidamos de los aviones, claro. A la izquierda arriba el masivo Kluane, llega a 6000m de altitud paran las nubes. A causa de esto la parte central de Yukon tiene menos precipitaciones que el Cairo de Egipto (y menos piràmides también). Dirìan que hay paisajes àridos a causa del clima, pero descubrimos una naturaleza saludable, felìz, una explosiòn de flores, colores; y si se preguntan donde se puede dormir en estos lugares, es muy sencillo, te pones a la derecha donde sea, la ùnica dificultad es elegir.
El paseo de Ilinca antes de dormirse, son las 10 de la noche, el sol casi no se pone, queda permanentemente una luz anaranjada que se desplaza a lo largo del horizonte...es divertido...y nosotros pretendìamos ver auroras boreales.

Alaska Highway, bueno, hay tambièn unos cuantos paisajes àridos. Un oso que paseaba al lado de la carretera....
Alaska Highway significa tambièn...El primer coche de policìa que encontramos en semanas...Esperas interminables por obras, hasta hacemos amistades. El polvo se queda pegado al paladar..., sì sì la cuarta imagen sigue siendo Alaska Highway, pero somos tan felices! Tambièn hay 1500km de carretera con olas de oceano enfadado, el pobre Simòn salta hasta perder contacto con el suelo; los niños se divierten, (nosotros tambièn nos divertiremos cuando le cambiaremos las suspensiones)... pero todo esto participa al sentimiento tan fuerte que Alaska hay que merecerla...

Alaskaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...seguramente una destinaciòn banalizada cuando llegas en aviòn, pero que se merece cuando se llega con sus propias ruedas. Es de verdad el fin del mundo... Simòn se ha portado bien, muy bien; en cuanto a nosotros - dirìamos lo mismo, con toda modestia!
La linea de separaciòn entre Yukon-Canada y Alaska- EEUU, nos ponemos con un pie en cada pais, nos cuesta explicar esto a los niños... La primera vez que los niños estàn en dos paises diferentes...

Henos aquì por el siguiente mes y medio...hasta pronto!

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