Santiago de Atitlan, uno de los pueblos maya de los màs espirituales (de alrededor del lago). El traje tradicional es el màs trabajado de todo lo que hemos visto hsta ahora en Guatemala. La iglesia es una mezcla de algo de catolicismo con mucho maya. Las ceremonias de la Semana Santa son de lo màs curioso, y puesto que estamos justo sobre estas fechas aprovechamos la ocasiòn. Este lugar es muy conocido a causa de la presencia de Maximon...
Maximon, conocido tambièn por Ri-La-Mon, es un dìos, mezcla entre algo maya y Judas. En Europa Judas es considerado un traidor y està "echado a un lado"; aquì sin embargo està venerado (al fin y el cabo èl tambièn era un apostol) como patron del comercio y de todo referente al dinero. Y luego como Dios perdona todo, a Judas tambièn le perdonò por sus pecados. Maximon encarna al Dios maya, en toda Guatemala existiendo 4 estatuas con poderes divinos, representadas de varias formas. Una vieja tradiciòn maya dice, parece ser, que para repartir el poder de Maximon hay que guardarlo cada año en una casa distinta. Durante 365 dìas, los felices amfitriones viven el honor supremo de guardar a Maximon, algo que en nuestra cultura no tiene equivalente. Para tener el derecho de estar en la lista de las familias que algùn dìa podrìan vivir esta honor, tienen que trabajar durante 4 años para las diferentes cooperativas del pueblo. Una vez elegidos, pasan el año entero velando por Maximon, recibiendo visitas de los del pueblo, los turistas y recibiendo ofrendas como cigarrillos, puros, alcohol (ron) y, por supuesto, dinero. Maximon tiene sus preferencias, que cigarillos y que ron, que son bien conocidas, en cuanto al dinero ofrecido estàn dignamente expuestos por debajo de la colecciòn de corbatas tambièn recibidas en ofrenda. Algo raro en las ceremonias maya, a cambio de una pequeña ofrenda suplimentaria, se pueden hacer fotos.
Arriba a la derecha Dan con Maximon; si Dan tuviera un puro, quien serìa màs bonito y decorado,
èl ò Maximon?! Detràs de Dan està el amfitrion cuyos unicos detalles son los pantalones y la camisetas bien agujereadas, cosa difìcil de entender sobre todo cuando todo el pueblo està en vestidos tradicionales; probablemente el honor es tan extraordinario que todo el resto pasa inadvertido.
Abajo, los amfitriones flotando en el honor supremo...

Aquì està el descendiente de Judas (entre otras) compartiendo la habitaciòn con Jesùs que, aunque honrado (vestido de guatemalteca) parece olvidado en una esquina.
Miguel, nuestro guìa local que nos llevò por Santiago hasta Maximon...
La iglesia catolica, la misa y las varias representaciones de Jesùs, las flores siendo omnipresentes en su decoraciòn...
Delante de la iglesia el volcàn... parece peligroso, no? Mucho màs peligroso sin embargo es la capacidad de destrucciòn del hombre. El pueblo, como toda Guatemala de hecho, ha vivido un periodo de terror durante 20 años, el ejercito matò a un monton de gente al campo mismo, el cura fue cogido por sorpresa y asesinado, la iglesia sirviò durante mucho tiempo de refugio para mujeres y niños para un poco se seguridad.
Al interior, todas las estatuas estàn hechas de una pasta de maiz y reciben cada año un vestido tradicional nuevo, bordado a mano.
Artesanìa de Guatemala...La variedad no es de una regiòn a otra, sino de un pueblo a otro, aunque estèn a unos cuantos kilometros de distancia. Para un huipil (las blusas de las mujeres) o un pantalon hay entre 4 ò 5 meses de trabajo - tejer y bordar.

Con los amigos belgas nos aventuramos a probar el transporte en comùn de Guatemala, experiencia reservada a las personas con sangre frìa (es algo semejante al salto con el elastico desde los puentes). La bajada hacìa el lago Atitlan figura en nuestro viaje como una bajada para veteranes de las sensaciones, 600 m de diferencia en 6 km, una especie de caida libre. A la entrada del autobus escribe "Dios nos acompañe", es una confianza total en la vida, una confianza total en Dios que seguramente nos quiso mucho a todos los viajeros ya que permitiò que saliermos todos con vida. En todo caso solo una relaciòn intima de confianza total en el creador podrìa empujar a poner en sus manos la vida (de todos) de esta manera. Con una mano sobre la pita, la otra girando el volante a la velocidad de una licuadora, otra agarrandose a la ventana y otra gesticulando hacìa el compañero que estaba sobre la escalera, el chofer parece desafìar (con èxito) todas las leyes de la fìsica mecanica. El momento culminante fue el adelantamiento a 4 coches entre el precipicio y la pared de piedra, en una curva en "U" sin absolutamente ninguna visibilidad, con la pita gritando, con los frenos agotados apestando y pneumaticos enfadados. La salida de la curva nos hace sentirnos muy unidos al resto de los viajeros, està claro, algu profundo nos une ahora. Nos bajamos del autobus con la mirada vacìa, Benoît, Dan y los niños tienen la sonrisa aturdida, Bernadette y Marilena necesitan tiempo para poder declarar que es la ùltima vez que suben en un autobus.
En cuanto a nuestra manera de conducir por las carreteras (como pisando sobre huevos) seguramente somos una ofensa al trafico y al honor de cualquier chofer; pero aprendimos a pitar en cualquier curva sin visibilidad para prevenir algun encuentro subito con los "artistas" locales.

Chichicastenango, una mezcla de misticismo y comercios, es un pueblito famoso por su mercado, entre los mayores y seguramente el màs impresionante de todo lo que hemos visto en Guatemala. Nuestro primer contacto fue difìcil, sentimos que no se puede aparcar en la calle, sobre todo por la noche, encima el mercado del siguiente dìa iba a englutir cualquier manera de circular en coche. Jovenes del INGUAT (oficio de turismo de Guatemala), en vez de ayudarnos nos orientaron hacìa unos aparcamientos horribles y carisimos (2 euros por hora) donde seguramente tenìan comisiòn. Sabemos que sobre nuestras caras escribe en grande "TURISTA", y nuestras camaras no sostienen el contrario. Nos consideramos màs bien viajeros, pero asumimos el estatuto de turista. En cambio lo que es agotador es que nos tomen siempre de gringos con el monedero lleno. Finalmente encontramos un hotel (Maya Inn) que nos deja aparcar en su parking, en pleno centro.
El mercado es impresionante, indigenas de todas partes vienen para vender sus productos. Hay mucha artesanìa y, a pesar del turismo, es realmente muy autentico. Los sentidos todos estàn mimados y a pesar de la agitaciòn apenas hay ruido, sòlo se oye una musica de banda desde un altavoz en la iglesia.
La iglesia es parecida con la que vimos en San Juan Chamla, en Mejico, de catòlico sòlo tiene el nombre y las cruces, el resto sòlo son tradiciones maya que envuelven los santos, la decoraciòn... Las marchas de la escalera exterior se utilizan de la misma manera que las piràmides. La vida de organiza alrededor de un fuego permanente cuyo olor a incienso y humo envuelven proctector la entrada de la iglesia. Venta de flores o simple lugar de encuentro, ceremonias chamanes, entrada y salida de la iglesia de las varias cofradias religiosas, la vida es intensa y coloreada. La entrada de la iglesia està cubierta con flores y hojas (agujas) de pino, velas enegrecen la base de los muros (desde hace cientos de años). La entrada de la iglesia està cubierta con flores y agujas de pino, velas enegrecen la base de los muros desde hace cientos de años. Cada cierto tiempo miembros de las 3 cofradias de Chichicastenango (San Juan, San Josè y San Pedro) salen para purificar la entrada antes de volver en la iglesia a su propio santo que cuidan, protegen y adornan... Rezan ruidosamente dando vueltas alrededor de rodillas, todos vestidos tradicional (cada uno diferente, dependiendo de la cofradia). Igual que en San Juan Chamula està prohibido hacer fotos dentro.
Cofradìa San Juan, despuès de la misa sacan a San Juan en la calle. Al lado el restaurante del mercado, pollo, papas fritas, frijoles, ensalada, huevos...es delicioso!
Los niños, como siempre... Matei en los taxis locales (que vienen de India)

De vuelta a Panajachel (Gringotenango como lo llaman en la guìa - como homenaje al turismo americano), en nuestro maravilloso campamento. La semana seguiente era la Semana Santa y querìamos pasarla en Santiago, en donde Maximon! Dicen que las ceremonias rivalizan con las de Antigua, las màs "coloreadas" de todo el mundo latino-americano, encima con el sabor local maya... Pasamos viernes santo con nuestros belgas y una familia canadiense que conocimos en el campamento.
La iglesia desaparece completamente bajo la multitud de gente vestidos para la ocasiòn. Todo el mundo està muy tranquilo, sòlo una banda ofendida llora con amargura; seguramente lo hacen aldrede, asì se explica la desesperaciòn del sonido...

A las 12 preparan el ataud de Jesùs, que pasearà por el pueblo durante toda la noche, hasta el siguiente dìa a las 9. Todo trafico està completamente parado, se hacen las alfombras de serrìn. Dibujos de flores, angeles, signos religiosos, de paz, dibujos de niños acompañaràn a Jesùs en su trayecto. Todo desaparecerà cuando la procesiòn pasarà por encima. La generosidad de està creaciòn se vuelve aùn màs importante cuando sabemos que es efìmera.

Dentro de la iglesia los miembros de las cofradìas sentados a los lados con velas gigantescas, participan activamente descargando aerosoles enteros sobre Jesùs antes de que lo encierren. Comprendemos sòlo mucho màs tarde que los esprays sòlo sirven para dar buen olor... A las doce comienza la ceremonia de la bajada de la cruz. La banda, el fuerte olor a incienso, el humo general, el llanto de la gente que participa nos erizan la piel. La estatua de Jesùs està preparada para el viaje; una vez bajado de la cruz los brazos articulados se pegan al cuerpo y despuès està llevado de brazos en brazos hasta el ataud. Todo es tan pasional que da la sensaciòn de que es la ceremonia original. 60 jovenes vestidos igual, con camisas burdeos y pantalones bordados con alegres pajaros le van a llevar durante horas, como en una especie de danza adelante, atràs, a la derecha y finalmente a la izquierda como si santiguaran.Se avanza a un ritmo de dos metros por hora, de manera que a la salida de la iglesia la cara de los jovenes expresa un sufrimient supremo, serà la interpretaciòn del sufrimiento al llevar la cruz? La multitud vestida en sus trajes tradicionales valsea por cada tentativa del ataud para salir de la iglesia. Es inùtil, regresarà otra vez al fondo de la iglesia para volver a comenzar el intento de salir...

En una pequeña capilla azul digna de una postal griega, volvemos a encontrar a Maximon. Esta vez sin su guardia anual para partircipar al Viernes Santo...de que manera??
Trescientos sesenta y cuatro dìas al año, Maximon tiene una vida de envidiar para muchos mortales... Recibir diariamente huespedes que traen cigarillos y alcohol, deslizando billetes detras de las corbatas, meditar con un puro en la boca, curando ocasionalmente pacientes (en presencia de los chamanes (tiene este poder) - porque no? a mucha gente le gustarìa hacer esto. En el dìa 365... menos envidiable... la memoria colectiva recuerda que Maximon tambièn es Judas, el perdon de sus pecados se mete entre parantesis, eso sì, con mucha cortesìa, y se le saca en la plaza para ser castigado dandole palos... antes de volver a perdonarle. La Virgen Marìa, interpretada por una persona, llora, el episodio se vuelve a vivir en totalidad. Desgraciadamente no pudimos quedarlos hasta el final, ya que entre todos eran 6 niños, y el tiempo no acompañaba (llovìa), asì que a media tarde tuvimos que apresurarnos para subir en el ultimo barco y volver a Panajachel.
Maximon parece bien guardado... digamos que hemos encontrado miradas màs amables que estas.
La tarde continua con otro encuentro agradable, a saber Andreas que es suizo. Desde hace màs de 20 años viaja alrededor del mundo tocando la flauta de pan, mùsica clasica y mùsica rumana! Un verdadero embajador de la cultura rumana (habla perfectamente rumano, de hecho aprendiò a tocar en Rumanìa), asociaremos para siempre el lago Atitlan con la musica tradicional rumana, y eso sì que no nos lo esperabamos!
Pasamos juntos estos dìas de Semana Santa, cada uno a su manera. Pinturas para huevos no hay aquì, asì que nos arreglamos con lapices de colores y mucha imaginaciòn. Durante unas horas nos olvidamos de los niños (demasiado ocupados con los huevos), y este fue el resultado.

Por fin nos separamos despuès de un mes y medio de viajar juntos... empezando en San Cristobal de las Casas en Mexico... Pasamos seis semanas muy agradables en companìa de los belgas... Despuès de habernos saltado los mismos topes, de haber sido picados por los mismos mosquitos, podemos decir que somos hermanos de sangre.
Nuestros caminos se separan, Benoît sigue un cursillo de parapente, Bernadette opta por otro cursillo de guitarra, de todos modos quieren pasar màs tiempo en America Central, nosotros estamos ya con el pensamiento en SudAmerica.
Pequeña anectoda sobre nuestros belgas, hace màs de diez años compraron un todoterreno para su boda, para pasar la luna de miel en Africa. Improvisando y aventurandose volvieron... 4 años despuès, dando la vuelta al mundo!
En la foto, de izquierda a derecha: Andreas, Benoît, Bernadette con Ilinca, el Jefe- la Jefa, Nancy y Andrew de Toronto, abajo los niños.

Antigua...como casi todas las grandes ciudades centroamericanas, se sitùa entre varios volcanes. Su historia es una historia de amor y odio con los volcanes de alrededor, y sus destructivos terremotos... De hecho Antigua, una ciudad colonial de las màs elegantes, ha sido totalmente abandonada despuès de un terremoto a la mitad del siglo 18. Fueron necesarios màs de un siglo y medio para apreciar el excepcional potencial del lugar, y volver a ocuparlo. Hoy, la ciudad renovada es una maravilla, entre las màs bonitas ciudades coloniales que hemos visitado. Por suerte su seguridad ha mejorado, pudimos pasar noche junto a la plaza central en una total seguridad.

Para terminar nuestra visita en Antigua vamos al Museo del Tejido... depuès de un mes pasado en Guatemala todavìa no podemos creernos que semejante generosidad en variedad y creatividad pueden existir. Sentimos que esto es ùnico en el mundo y que no volveremos a vivirlo...
Ilinca en una tienda (aprovechamos para presentarles a Fofo - su perro de peluche). La plaza central, el camper al fondo en una "habitual" luz de puesta de sol...

Guatemala...cuesta decir cuanto nos ha marcado. Ha sido toda una experiencia, a pesar la imagen de agresividad que da este paìs, es una pena, Guatemala no necesita esto...
Estuvimos alli cuando fueron secuestrados tres turistas belgas, cuando los gobiernos de los paises europeos clasificaron Guatemala como uno de los paises màs peligrosos. El peligro existe, pero no hay que exagerarlo, aunque a todo paso estàs advertido que hay que evitar los caminos aislados donde te puedes encontrar con barreras y luego facilmente atracado, evitar los senderos (muchos de ellos sòlo se pueden hacer acompañados por la policìa) - nuestros belgas renunciaron a una caminata al encontrarse con un grupo de gente que fueron amenazados con machetes, y que tuvieron que dar todo lo que tenìan. Pero seamos realistas, esto puede pasar hasta en Italia, para no dar otros ejemplos europeos. Y otra vez, Guatemala no se merece esto.
En todo caso esto no nos impidieron descubrir y saborear una cultura autentica y fascinante, gente abierta, un paìs muy bonito.
Como bien nos dijo una pareja de canadienses: "Aah, Le Guat', c'est le Guat'" Tenìan razòn... Gracias

Y nuestro Simon? Ha sufrido mucho, la calidad de los caminos siendo al mismo nivel de la autenticidad del pais. Aunque intentamos cuidarle también quisimos llegar a sitios que nos interesaban, a veces de difìcil acceso. No es ninguna exageraciòn decir que una decima parte del paìs lo parcurrimos en la primera (velocidad), y que en ningùn momento no llegamos a 70km por hora, esto ya dice mucho. Una pequeña crìtica para Iveco, desde hace meses intentamos contactarles para recibir informaciòn sobre los talleres Iveco en America Central o de Sur y nunca nos respondieron. Sabemos que si algo nos hace falta solo tenemos a los amigos de Motorhome...

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

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